La soledad del ingeniero (2019)

Esas alas de plástico servían para volar únicamente en cielos abiertos y aquella noche se avecinaba tormenta. El chico se lo había estado repitiendo a su padre durante toda la semana. Él restó importancia al asunto y dijo que con unos retoques bastaría.
Pasaron unos días encerrados en el taller. Al finalizar, el chico olió satisfecho la nueva capa de pintura.
-Con este barniz no entrará el agua- le explicó el padre, prudente-, pero debes tener cuidado.
Una vez en el patio el chico elevó el vuelo con lágrimas de felicidad. El padre lo observaba taciturno.
-A veces olvido que no eres de verdad- se dijo.

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